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Nube Impaciente

Promesas incumplidas

Primer Libro de Crónicas, Capítulo 17, versículo 14: Yo [Yahveh] le estableceré en mi Casa y en mi reino para siempre, y su trono estará firme enternamente.

El capítulo 17 es un dialógo entre David, rey de Israel, y Yahveh, quien habla por medio de su profeta Natán. David quiere edificar una casa digna para el arca de la alianza, que por esas fecha aun se conservaba en un tienda, mientras que David vivia en una casa de cedro.

Yahveh se niega: el privilegio, profetiza Natán, será de su descendiente (Salomón), quien le edificará su famoso Templo. Y Yahveh hace esta promesa explicita: El trono de Salomón estará firme eternamente. Lo afirma por partida doble: en el versículo 12 (El [Salomón] me edificará una Casa y yo afirmaré su trono para siempre) y luego en el versículo 14, ya citado.

Sin embargo, dicha promesa falló miserablemente: es bien sabido que en Israel no ha habido trono alguno durante los pasados 2.000 años, y que la mayor parte de este tiempo ha sido un territorio conquistado y dominado por extranjeros: griegos, romanos, bizantinos, arabes y turcos. A los creyentes no les queda ni siquiera la disculpa usual de la interpretación simbólica del texto: no ha habido trono, soberanía, dominio, o liderazgo que se pueda asimilar a lo prometido.

Yahveh prometio, pero no cumplio.

George W. Bush: Otra frase para el bronce

Que el César Americano, George W. Bush, sea un ser de pocas luces, un fundamentalista fascista holgazan y descuidado ya no es sorpresa para nadie. El que ande diciendo estupideces a diestra y siniestra tampoco es novedad, pero cabria esperar que en sus discursos oficiales tuviera más cuidado con lo que dice.

Para muestra, un botón. En un
discurso del 3 de Octubre del 2003, que pueden leer en el sitio de la Casa Blanca, se manda la siguiente declaración:

See, free nations are peaceful nations. Free nations don't attack each other. Free nations don't develop weapons of mass destruction.

En castellano: Vean, las naciones libres son naciones pacíficas. Las naciones libres no se atacan unas a otras. Las naciones libres no desarrollan armas de destrucción masiva.

No deja de asombrar tremenda metida de patas. USA, precisamente, es la nación líder en el desarrollo, construcción y uso de armas de destrucción masiva. USA desarrolló la bomba atómica y la única que la usada contra poblaciones civiles. ¿Recuerdan Hiroshima y Nagasaki? Bien, eso es un arma de destrucción masiva en su máxima expresión.

Ahora, dado que USA si ha desarrollado armas de destrucción masivas y atacado sin provocación a muchos paises a los largo de la historia, la conclusión obvia es que USA, en la doctrina Bush, no es una nación libre.

USA: Un estado policiaco

Como han repetido tantos dictadores, las democracias efectivamente son débiles. Consideremos, por ejemplo, el caso de USA, paradigma de la Libertad y la Democracia para muchos: bastó un puñado de hombres decididos para acabar con el Estado de Derecho, transformando a USA en un estado policiaco, al mejor estilo de 1984.

El día de hoy (27/07/04), CNN nos informa que el Servicio Secreto de USA realizo una investigación en contra de un estudiante de 15 años, culpable de hacer un dibujo humorístico que muestra a un musulman con un fusil en una mano y con la cabeza del César Americano George W. Bush ensartada en una vara.

El dibujo fue una manifestación anti-guerra realizada durante una clase de arte en la Prosser High School, por un chico no identificado. El soplón de turno fue su profesor, quien entregó el dibujo al director de la escuela, quien a su vez llamó al Servicio Secreto, para investigar al chico, él que no fue detenido, pero si castigado en su escuela so pretexto de "exaltar la violencia", cosa curiosa, dado el amor de los americanos por la violencia en todas sus formas.

USA se ha vuelto un lugar en donde la gente esta aprendiendo a temer expresar sus opiniones ... tal como en la Cuba de Castro o en la Rusia de Stalin.

¿Dios es perfecto?

El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia dice a propósito de "perfecto"

perfecto, ta.
(Del lat. perfectus).
1. adj. Que tiene el mayor grado posible de bondad o excelencia en su línea.
2. adj. Que posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto.

También podemos hablar de acciones perfectas. Toda acción persigue una meta, un objetivo. Una acción exitosa es aquella que logra su objetivo; una acción perfecta además lo logra del mejor modo posible. Dependiendo de las circunstancias, el mejor modo posible significa, por ejemplo, con el menor costo, o en el menor tiempo, o con mayores beneficios adicionales, etc.

Una acción imperfecta, por otra parte, significa no lograr el objetivo. Realizar una acción sin obtener el resultado esperado significa que se cometio un error en la evaluación, en la preparación o ejecución de la acción. Y alguien que comete errores es una persona imperfecta.

Las personas que cometen errores y se dan cuenta de ello, se arrepienten; reconocen haber obra equivocadamente. No hay mejor demostración de imperfección cuando el mismo protagonista reconoce su error. A confesión de partes, relevo de pruebas.

Veamos ahora el Libro de Génesis, 6:5 a 6:7, donde dice

Yavé vio que la maldad del hombre en la tierra era grande y que sus pensamientos tendían siempre al mal. Se arrepintió, pues, de haber creado al hombre y, muy a su pesar, dijo: "Exterminare de la tierra a los hombres, que he creado, desde el hombre hasta los animales, los reptiles y las aves del cielo; pues me pesa haberlos creado"

Aprendemos aqui varias cosas sobre Yavé, siendo la más importante el que Yavé comete errores (haber creado al Hombre) y se arrepiente. Aqui la Biblia nos dice en forma bastante clara: "Dios no es perfecto".

En segundo lugar, pareciera ser que Dios no es todopoderoso. Frente a una situación no deseada, no tiene otra capacidad de acción mas que destruir su propio creación y comenzar más o menos de nuevo. Contra la maldad Dios no tiene nada que hacer excepto destruir, matar y aniquilar.

La imperfección de Dios plantea dudas sobre su omniciencia, la capacidad de conocerlo todo, incluido el futuro. Si Dios puede conocer el futuro, debería haber anticipado el resultado de su acto creativo, y haber tomado medidas para evitar el curso final de las cosas. Tal vez lo anticipó, pero su imperfección le impidio llegar a buen resultado.